Tarija y La Paz, 11 (ABI) - La edición del periódico estatal Cambio fue secuestrada por agentes no identificados de la opositora Prefectura de Tarija que, altisonantes, intimaron a la responsable de circulación en esta ciudad, Marina Hoyos, permisos locales de circulación y luego de agredirla verbal y físicamente se hicieron de los impresos, denunció ella misma este jueves en declaraciones públicas. El secuestro de los impresos, que la Dirección del rotativo denunció como "atentado flagrante a la libre expresión en Bolivia", se produjo el miércoles por la tarde cuando Hoyos se aprestaba a embarcar un 70 ejemplares a las ciudades de Villamontes y Bermejo. "Me encontraba entre las calles La Paz y Belgrado. Aparecieron dos caballeros, agresivos, a pedirme información dónde yo estaba llevando el periódico. Me dijeron que el periódico no tiene licencia de circulación en el departamento, de tal modo que no tiene permiso" para circular, describió. Los hombres, uno de ellos "un joven de la Prefectura que yo puedo reconocer cuando le vuelva a ver", increparon a Hoyos que "ese periódico es del MAS (Movimiento Al Socialismo, del presidente Evo Morales)" y, por tanto, no tenía derecho a circular en Tarija, se quejó la mujer. "Yo le he contestado: ‘el periódico tiene licencia a nivel nacional, es estatal y de circulación nacional, por tanto’", a lo que recibió, como respuesta, un jalón, que le despojo de los dos paquetes que contenían los entintados, y luego más empujones y una retahíla de vituperios. En La Paz, el director Cambio, Delfín Arias, advirtió que donde se decomisen periódicos, "por el solo hecho de considerarlos inapropiados para los intereses de quienes son los intolerantes con la democracia, ese mismo lugar es muy probable que se cometan otros hechos criminales". Hoyos prosiguió con la descripción de su encuentro con los dos hombres, a unos de los cuales identificó como funcionario prefectural "Bajaron (de sus coches) agresivamente. El joven es de la Prefectura, yo le conozco. Ha bajado (posteriormente y en apoyo de los dos) una señorita de un auto plomo que transita este tipo de personas. Agresivamente me golpearon y me quitaron 70 periódicos", relató la mujer que volvió a recibir, después de despojada de los periódicos, una cerril advertencia: "Este periódico no tiene que estar en Tarija". "Primero me dijeron que ‘este periódico es del MAS’ y (que, el agresor habló en primera persona) ‘yo soy de la Prefectura y, por tanto, no tiene que vender este periódico’", parafraseó a uno de sus interpelantes. "Yo le pregunto al Prefecto (Mario Cossio) dónde está el derecho a la libre expresión, a la prensa. Creo que estamos en todo nuestro derecho, nosotros, de trabajar. (Pese a la agresión y secuestro) el periódico sigue circulando, sigue saliendo y vendiendo en el departamento de Tarija", repuso Hoyos. El estatal Cambio, benjamín de los cotidianos bolivianos y desde en enero en circulación, se edita e imprime en La Paz y distribuye en diversos puntos del país por conducto de oficinas locales. Arias denunció la agresión y calificó de atropello "flagrante" a la libertad de expresión el secuestro de ejemplares y la agresión inferida a Hoyos, al tiempo de llamar a las organizaciones de la prensa nacional a pronunciarse sobre el episodio "de intolerancia" a la prensa en Tarija. "Queremos denunciar este atropello en contra de la libertad de expresión. Agredieron, primero, verbalmente, a la agente regional del periódico Cambio, señora Marina Hoyos y, luego, procedieron a decomisar dos paquetes de la publicación de Cambio que estaba siendo enviada a las localidades de Villamontes y Bermejo", detalló. "Consideramos que este acto se constituye en un atropello en contra de la libertad de expresión, porque no puede ser tolerable que, en el amparo de algunas posiciones políticas, se atente contra una de las principales garantías constitucionales de un sistema de derecho, como es la libertad de expresión", denunció. Arias, que afirmó el restablecimiento de la distribución de Cambio en Tarija, pidió a la Asociación Nacional de la Prensa, que agrupa a los periódicos bolivianos sin excepción, y a la Asociación Nacional de Periodistas condenar el hecho y erguir una barrera de protección contra los intolerantes y antidemócratas. "Este atropello no puede quedar en la impunidad y exigimos a las organizaciones nacionales de la prensa, tanto de propietarios como de trabajadores, asumir, conjuntamente, una posición única y firme en defensa de la libertad de expresión", encareció por último.