Gobierno confirma que negocia nacionalización de empresas del servicio eléctrico (ABI) La Paz, 28 sep (ABI).- El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma confirmó que el Gobierno lleva adelante negociaciones para nacionalizar el servicio de energía eléctrica, según publica el lunes el portal español Finanzas.com. Agrega que el mandatario boliviano subrayó que el Estado no solamente nacionalizará el sector eléctrico, sino también el de transporte ferroviario, que fue privatizado en 1996 por el entonces gobierno del empresario minero Gonzalo Sánchez de Lozada. "La información que tengo es que van bien estas negociaciones", explicó el mandatario desde la isla venezolana de Margarita, donde participó en la II Cumbre América del Sur-Africa. Entre las empresas sujetas a ser nacionalizadas están la eléctrica Corani, de Ecoenergy International, subsidiaria de la francesa GDF Suez; Guaracachi, de la empresa británica Rurelec PLC y Valle Hermoso, manejada por el grupo internacional Bolivian Generating Group. Estas empresas tienen el control de la mitad de las acciones, mientras que el restante 50 por ciento están en poder de fondos de pensiones privados en representación de los jubilados. De acuerdo con el informe, la principal compañía de transmisión es Transportadora de Electricidad, de la española Red Eléctrica de España. El primer mandatario ha reiterado que Bolivia abre sus puertas a las inversiones privadas, pero siempre y cuando respeten la normativa nacional y que el Estado es propietario de todos los recursos naturales, no como sucedía en la década de los años 90 cuando las principales empresas estatales estratégicas fueron entregadas a transnacionales para su administración. Morales ha nacionalizado los hidrocarburos el uno de mayo de 2006, pocos meses después de haber asumido la Presidencia, a la que llegó con un contundente triunfo que lo ha convertido en el primer líder indígena que asume el cargo más importante de Bolivia. Posteriormente hizo lo mismo con la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL) que estaba en manos de la empresa italiana ETI Telecom. Las auditorías realizadas mostraron que esas empresas extranjeras se dedicaban a exportar los capitales que obtenían por sus operaciones en Bolivia y no a reinvertirlos para el desarrollo.